Secuestro express - 2005
Escrita por Jonathan Jakubowicz
Dirigida por Jonathan Jakubowicz
Protagonizada por Mia Maestro, Jean Paul Leroux, Carlos Molina, Pedro Pérez, Carlos Madera, Ermahn Molina y Rubén Blades
Duración: 86 minutos
(ya sé que tengo cinco semanas de retraso con esta reseña -- pero más vale tarde que nunca)
El cine Venezolano se ha caracterizado porque un alto porcentaje de sus producciones -- o al menos de las más famosas de ellas -- han tratado el tema social del país. Algunas para bien, otras para mal. Unas con realismo, otras con exageraciones.
Secuestro express cae dentro de ese cliché, y aunque resulta ser, quizás, el film con mejores valores de producción que haya salido de nuestro país, no por eso no sufre del mismo mal que sus antecesoras: temas trillados, personajes repetidos, temática sin originalidad.
Ya sé que sueno muy negativo, pero estoy tratando de ser objetivo ante el inmenso éxito taquillero y de opinión que ha generado esta cinta. No quiero decir que se trate de un mal film, de hecho, es bastante bueno, pero me parece que más allá de la producción, de algunos momentos de la dirección y de la edición, no se aparta de la tradicional línea del cine nacional como mucha gente lo quiere hacer ver.
La cinta narra los sucesos de un día en el que una pareja de clase media alta o alta (no está claramente definido), saliendo de un local nocturno es interceptada por un grupo de criminales quienes los secuestran para robarle dinero a sus familias. El crimen en cuestión es el que le da el título a la película, una modalidad de secuestro que se "resuelve" en pocas horas, con una negociación corta entre las partes involucradas.
En el transcurso de ese día de secuestro, los personajes se tropiezan con varias situaciones que le dan vida a la trama -- encuentros con amigos narcotraficantes, roces con las autoridades, enfrentamientos con otros criminales, oportunidades de escape -- hasta que llega el desenlace.
La historia está bastante bien definida, con suficiente tiempo para desarrollar a los personajes -- incluyendo la presentación de cada uno -- así como de la dinámica de su relación. Los diálogos son bastante realistas (aunque hay quienes se quejan del exceso de vulgaridades, en mi opinión no estuvieron fuera de tono en ningún momento, dada la trama). Sí me pareció que hubo un par de ocasiones que no cuadraron mucho dentro de lo que estaba ocurriendo en pantalla, pero estas incongruencias no duraron mucho como para representar una real molestia.
El nivel de las actuaciones fue una grata sorpresa, dado que más de la mitad del elenco no contaba con mayor experiencia en el cine. Por un lado están Carla (Maestro) y Marín (Leroux), la pareja secuestrada; y por el otro, Trece (Carlos Molina), Budú (Pedro Pérez) y Niga (Carlos Madera), los secuestradores. Maestro hace un buen trabajo como una niña "bien" Caraqueña, neutralizando su acento y utilizando con naturalidad expresiones típicas del lenguaje coloquial de la clase social que tiene su personaje. Leroux también cumple con eficiencia su rol como el novio que quizás esconda algunas cosas y que quizás no sea lo que parece. De los tres criminales, quizás el de la interpretación más débil haya sido Madera, como el secuestrador con más sangre fría del grupo. Pérez resulta muy divertido como el más "autóctono" de los personajes, la parte de más humor en la cinta -- a pesar de ser también el más agresivo y amenazador del trio de criminales. Pero para mi, la mayor sorpresa y el mejor trabajo lo realizó Molina, quien le dió a su personaje el balance adecuado entre la conciencia criminal y la conciencia de la víctima -- sigue estando interesado en cobrar la recompensa, pero entiende la situación en la que está colocando a los secuestrados. Sus intercambios con Maestro son algunos de los mejores momentos de la película.
En cuanto a la dirección, tiene varios momentos ingeniosos, pero el mejor cumplido que le puedo dar es que no hubo ninguna escena que me pareciera que no encajara con el resto del film -- es decir, no hubo nada especial, pero al menos no hay quejas que se puedan hacer. Sí se nota un poco una influencia de gente como Darren Aronofsky en el trabajo del director Jonathan Jakubowicz, pero también hay algunas tomas que parecen ser originales.
Secuestro express es un buen film, uno de los dos o tres mejores trabajos hechos en Venezuela, pero quizás su abrumador éxito se deba más a la controversia generada alrededor de algunas escenas al inicio del film, que fueron colocadas para plantear la situación social y política del país, o a que el film haya sido adquirido por Miramax para su distribución.
En cualquier caso, al cine nacional hay que apoyarlo porque, para bien o para mal, en la medida en que las películas que se produzcan sean rentables, veremos como se incrementa el número de trabajos que se exhiban en nuestras salas, y mientras más películas se filmen, mayor será la probabilidad de que se comiencen a ver trabajos realmente buenos.
Etiquetas: 2005
comentarios:
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Excelente crítica! muy equilibrada...
no me parece que sea la mejor película venezolana, pero definitivamente está entre las mejores por su diseño de producción... y sí (por trillado que suene), debemos apoyar el cine nacional hasta que podamos ver (y elegir) mejores opciones...
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no me parece que sea la mejor película venezolana, pero definitivamente está entre las mejores por su diseño de producción... y sí (por trillado que suene), debemos apoyar el cine nacional hasta que podamos ver (y elegir) mejores opciones...
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