Título en español: Bajo amenaza
Escrita por Doug Richardson
Dirigida por Florent Emilio Siri
Protagonizada por Bruce Willis, Kevin Pollak, Jimmy Bennett, Michelle Horn, Jonathan Tucker, Marshall Allman y Ben Foster
Duración: 113 minutos

Cliché. Este término sirve para describir prácticamente todos los films de acción de Bruce Willis -- y Hostage no se salva de esa "distinción".

Jeff Talley (Willis) es un negociador de rehenes, uno de esos que la policía utiliza para tratar de hacer que los secuestradores liberen a sus víctimas y se entreguen sin hacerle daño a nadie. Es el mejor, y (como buen film de Willis), es un rebelde que sigue sus instintos -- hasta un día en el que todo sale mal. Luego de esta decepción, Talley se muda a un pequeño pueblo para convertirse en el jefe de policía local, buscando dejar atrás el terrible recuerdo.

Pero las cosas en su nuevo hogar se tornan peores que las de la gran ciudad cuando un trio de jóvenes delincuentes deciden entrar a robar en la mansión de un adinerado contador (Pollak). La situación se escapa de su control, y terminan convirtiendo un "pequeño robo" en una crisis de gran escala en la que están involucrados la policía local, el FBI y un oscuro grupo de mafiosos.

Lógicamente, Talley es el único que puede resolver la situación -- y de hecho, es el único que necesita resolverla, ya que los mafiosos lo chantajean para hacerlo.

El resto del film es un hilo de escena tras escena en las que Willis puede demostrar que su personaje es lo suficientemente valiente como para solucionar la situación, salvar a todo el mundo, y recuperar la confianza en si mismo que había perdido con la tragedia que selló su carrera de negociador. Por supuesto, para que todo esto ocurra, se hace necesario utilizar trilladas situaciones y hasta dejar de lado la lógica y el sentido común por un rato.

Lo que diferencia este film de cualquier otro genérico de acción de Willis, es la actuación, y no necesariamente la de él, aunque hay que admitir que demuestra un poco más de emoción en su interpretación y deja de ser solamente una cara larga. El destacado aquí es Ben Foster, como Mars, uno de los tres delincuentes que secuestran al contador y sus dos hijos, y quien es un verdadero psicópata, al que nada parece hacerlo más feliz que ver como alguien muere.

Hostage está bien para pasarse un rato sin pensar mucho y dejándose llevar, pero si uno no es fanático de Willis, quizás es mejor dejarla pasar y ver otra película en su lugar...

Etiquetas: 2005, Reseñas