Título en español: King Kong
Escrita por Peter Jackson, Philippa Boyens y Fran Walsh
Dirigida por Peter Jackson
Protagonizada por Naomi Watts, Adrien Brody, Jack Black, Thomas Kretschmann, Colin Hanks, Evan Parke, Kyle Chandler, Jaime Bell y Andy Serkis
Duración: 187 minutos

Dentro de los 187 minutos que dura King Kong hay dos películas; una buena, y otra mala.

Peter Jackson, el mismo que nos trajo la gloriosa trilogía de El señor de los anillos, soñó con hacer una versión de Kong desde que tenía 9 años y vió la cinta original (de 1933). Luego del éxito de los films de los Hobbits, el director Neozelandés recibió todo el apoyo, monetario y publicitario, para hacer realidad ese sueño.

Lamentablemente, el resultado no fue tan estupendo como pudo -- y debió -- haber sido.

La película tiene momentos memorables, se pudiera decir que algunos de ellos son hasta increíbles, pero tambien hay muchos que pudieron -- y debieron -- haber quedado en el piso de la sala de edición.

La llegada a la Isla Calavera tarda demasiado (una hora), y aunque está bien que se tomen su tiempo en establecer a los personajes, aquí Jackson (y sus co-guionistas Fran Walsh y Philippa Boyens) exageró. Todo es demasiado lento y hay al menos 15 minutos de escenas que estuvieron de más, desde la secuencia inicial en la que muestra a una New York azotada por la depresión, hasta la relación entre el joven Jimmy (Bell) y el Sr. Hayes (Parke), misma que no tiene relación alguna con el resto de la trama (aunque es usada como puente entre una y otra escena, o para aclararle un punto de la historia a la audiencia -- algo que considero innecesario).

Otra cosa que me llamó la atención, es que los aborígenes que habitan la isla no son realmente peligrosos. Solo al principio parecen ser una fuerza temible, para luego desaparecer completamente de la película. Pero lo que más me sorprendió es que hay, en algunas instancias, efectos especiales exagerados, fuera de lugar y poco efectivos.

Lo bueno de que la película dure más de tres horas, es que a pesar de tener cerca de una hora poco eficiente, le quedan dos horas de excelente cine. Y cuando digo excelente, quiero decir que no importa cuán malas sean las demás escenas, King Kong es una película que vale la pena ver -- más de una vez.

Empezando por lo más sencillo: los efectos especiales usados para darle vida al gorila son simplemente sensacionales. Los avances de la tecnología son notables, pero lo que más peso tiene es la interpretación de Andy Serkis (quien además hace el papel del cocinero Lumpy). Este actor estuvo encargado de servirle de guía a los animadores, quien utilizaron la misma técnica de captura de movimiento que aplicaron para el personaje de Gollum en las cintas The lord of the rings: The two towers y The lord of the rings: The return of the king -- por cierto, con el mismo Serkis como contraparte humana. No me refiero solamente al realismo que tiene la criatura (cada movimiento, cada detalle de su rostro), sino a la vida que tiene, al alma que se le ve cuando uno mira en sus ojos, a los manerismos que le dan una personalidad y lo convierten en algo más que un simple monstruo. Verdaderamente algo nunca antes visto.

Las escenas con Kong en ambas junglas -- la de la isla, y la de Manhattan -- son igualmente impresionantes. La presentación de la New York de los años 30s es espectacular y hermosa, y la batalla final entre el simio y los aviones es una de las mejores peleas vistas en el cine.

Además del aspecto técnico, también hay que decir que la actuación de Naomi Watts, como Ann Barrow -- la damisela en peligro -- sirve perfectamente para entender por qué Kong se enamoraría de ella. A la vez decidida y confundida, fuerte y frágil, graciosa y aterrorizada, Watts le hace justo honor al legenderio rol originalmente creado por Fay Wray. El resto del elenco estuvo bastante bien, aunque si yo hubiera sido el director hubiera escogido a otros actores que no fueran Jack Black y Adrien Brody -- no porque actúen mal, sino porque no me pegan con los personajes.

King Kong es un film con varias fallas, más que las que yo hubiera querido, pero a la vez cuenta con suficientes cosas buenas como para hacerla una película realmente buena. Pudo haber sido mejor, de eso no hay duda, pero sigue siendo muy buena.

...y aunque nos dió algunas de las secuencias más llamativas del cine de los últimos años, Peter Jackson se me "cayó del pedestal" con algunas de las decisiones que tomó (ojalá y no siga abusando del uso de la cámara lenta).

King Kong es uno de mis films favoritos del 2005...aunque debió haber sido EL favorito...

Si quieres leer mi reseña del otro film de esta saga, haz click en el:

21 grams () • High fidelity () • The village () • School of rock () • The thin red line ()

Etiquetas: 2005, Reseñas